Tratamiento antiarrugas en Madrid

La aplicación del tratamiento antiarrugas se hace con micro agujas en el músculo orbicular que actúa detrás de cada arruga o línea de expresión. Esta se infiltra y su acción paraliza el músculo relajando la tensión del mismo, lo que evita que este se contraiga y aparezcan las líneas y arrugas de expresión. El efecto suele durar de cuatro a seis meses, dependiendo de la respuesta de cada paciente.

Durante el periodo de inhibición de movimiento que se produce en el músculo, conseguimos que tampoco se produzcan o aparezcan nuevas arrugas, por lo que la reacción al tratamiento es muy eficaz tanto en pieles jóvenes como en maduras. Es un tipo de tratamiento que puede empezar a hacerse a partir de los 30 años, normalmente una o dos veces al año, aunque el médico estético es quien diagnostica la necesidad del tratamiento para cada caso, atendiendo a la edad, el estado y calidad de la piel de cada paciente, y los posibles efectos secundarios que le puedan aparecer.

En la cara, el tratamiento antiarrugas, normalmente, se infiltra en la zona de la frente, actuando en los músculos de las zonas del entrecejo y patas de gallo. En algunos casos se puede llegar a la zona de alrededor de la nariz y en algún punto alrededor de la boca. También puede utilizarse para levantar un poco las cejas en lo que se conoce como elevación de la cola de la ceja. Asimismo, el hecho de aplicar este tratamiento es un buen aliado en casos de pequeñas arrugas en la zona de cuello y escote.

El tratamiento inhibe la actividad del músculo, pero con este tratamiento antiarrugas no rellenamos ni damos volumen, por lo que no se usa para hidratación de labios o como relleno dérmico. Sus efectos comienzan a notarse a los dos o tres días de la sesión y después van desapareciendo gradualmente. Cuando el paciente empieza a ver que los efectos ya no se aprecian como antes, se recomienda que acuda a consulta y así su médico puede valorar la necesidad y viabilidad de una nueva sesión.