Himenoplastia: precio, antes y después

El himen es una membrana mucosa en forma de anillo que está situada a la entrada de la vagina, y que protege los genitales de las niñas y adolescentes frente a posibles infecciones externas. Conforme estas niñas y adolescentes van creciendo, la vagina desarrolla su propia flora antibacteriana y el himen comienza a perder sentido, más allá del sentido social asociado a determinadas culturas.

Cuando el himen se desgarra, la membrana se rompe en forma de estrella y la mujer sufre un sangrado, en muchas ocasiones antes de que comience a tener la regla y expulse la propia sangre menstrual. La cirugía reconstructiva destinada a la reparación de cualquier tipo de himen se denomina himenoplastia. El himen normal es el más común y posee una forma de medialuna, mientras que el himen imperforado es aquel que cubre totalmente la vagina y ocasiona molestias incluso al orinar; aunque también existe el himen microperforado que cubre casi al completo la vagina exceptuando un pequeño orificio, y por último, el himen tabicado o himen septado cuya forma con dos aberturas puede ocasionar dificultad a la hora de ponerse un tampón, por ejemplo. 

La técnica más sencilla de todas las cirugías de himen se realiza aplicando anestesia local, aunque necesita un periodo mínimo de una semana sin practicar sexo. Una segunda opción es la simple sutura cuando la paciente acude a la consulta no más de 15 días después de la ruptura del himen. Otra alternativa temporal consiste en implantar en la entrada del himen un material biológico llamado Alloplant que consigue una imitación del himen virginal e incluso del efecto de sangrado primero. En situaciones más complejas en las que sea necesario crear una nueva membrana que simule al himen original, se realiza un colgajo en el epitelio vaginal que requiere esperar un tiempo más prolongado antes de volver a tener relaciones sexuales.