
¿QUÉ ES EL BOTOX?
Las infiltraciones de botox, son infiltraciones de toxina botulínica de tipo A, específica para tratamientos estéticos.
Se trata de una proteína que actúa relajando la musculatura facial, logrando una reducción de la contracción de los músculos y bloqueando los impulsos nerviosos, consiguiendo una disminución de las líneas de expresión y de las pequeñas arrugas.
¿EN QUÉ CONSISTE EL TRATAMIENTO?
Se trata de infiltraciones minúsculas en los músculos del rostro, con una aguja muy fina; conseguimos paralizar parcialmente dicha musculatura y en consecuencia relajamos las arrugas producidas por tensar la musculatura facial.
Se realiza sin anestesia, habiendo insensibilizado la zona previamente con hielo.
Posteriormente se maquillan los posibles hematomas o pequeñas marcas de los pinchazos, con lo que el paciente puede realizar su vida completamente normal sin que se observe secuela alguna.
Se necesitan amplios conocimiento de anatomía facial , si se quieren conseguir resultados naturales y duraderos.
Los resultados se consiguen a las 24 horas.
Se puede infiltrar botox en las patas de gallo, en el entrecejo, en el cuello, en la frente o alrededor de la boca.
Al día siguiente de la infiltración se puede referir un leve dolor de cabeza o algún hematoma superficial, sin más.
Se trata de un tratamiento con una duración aproximada de entre 6/9 meses.
¿PARA QUIÉN ES LA INFILTRACION DE BOTOX?
Para personas a partir de los 30 años, con líneas de expresión y pequeñas arrugas en su rostro, como consecuencia de los primeros síntomas del envejecimiento.
Se trata de líneas faciales hipercinéticas, es decir , las arrugas visibles cuando el rostro está en movimiento.
El botox nunca se aplica en labios, ni confiere volumen en las zonas tratadas, para ésto último existen otras alternativas.